Cubierto con su sombrero y su antifaz, Spirit es el alter ego de Danny Colt, un policía novato que regresa misteriosamente de la muerte para combatir desde las sombras el crimen en Central City. Se enfrenta así a Octopus, un malvado visionario que aterroriza la ciudad y mata a todos aquellos que hayan visto su rostro. También se cruzan en el camino de Spirit diversas mujeres de diversa catadura, que le van dejando heridas en el corazón.
Decepciona bastante esta primera gran aventura fílmica del fantasmal policía, creado para el cómic por Will Eisner. Por un lado, el guión es una pura confusión, sobre todo para los desconocedores de la historieta gráfica. Y, además, el dibujante y cineasta Frank Miller (Sin City) da primacía a la atmósfera de cómic sobre la cinematográfica, fragmentando totalmente el montaje, imponiendo hasta el agotamiento una iluminación expresionista a contraluz, y abusando de una voz en off solemne y enfática, que parece sustituir a los bocadillos con los pensamientos de los personajes. Además, Miller carga la mano en un crudo tratamiento de la violencia y el sexo, que acaba irritando por su exposición explícita y su absoluta vacuidad dramática. Un fallido ejercicio de estilo, por tanto, que enturbia bastante las posibles aportaciones del cómic al lenguaje cinematográfico.