Balram Halwai cuenta en primera persona su escalada social en la India actual, marcada por las castas y la pobreza. Al salir de su pequeña comarca y conseguir trabajo como chófer de dos ricos que acaban de regresar de Estados Unidos, sus posibilidades de medrar se multiplican.
Esta producción india está dirigida por Ramin Bahrani, un cineasta de origen iraní, aupado en sus comienzos en grandes festivales como Cannes y Venecia por películas norteamericanas como Un café en cualquier esquina (2005), 99 Homes (2012) o A cualquier precio (2014).
Tigre blanco refleja con acierto la ambición del protagonista y la estratificada situación social del país. Además, tiene un reparto convincente y una ironía que funciona en varios momentos. Pero el metraje es excesivo para una trama redundante y unos personajes de escasa entidad dramática, que termina por desconcertar.
Leo con asombro en alguna crítica la cercanía de Tigre blanco con Slumdog Millionaire… A años luz de la obra maestra de Danny Boyle.