La película Todas somos Jane responde expresamente a la sentencia del Tribunal Supremo de EE.UU. del 24 de junio de 2022, que anulaba el famoso veredicto “Roe contra Wade” (1973), según dice –con una terminología ciertamente reveladora– la propia productora: en las décadas anteriores a la famosa sentencia de 1973, “las autoridades castigaban a las mujeres que no trataban su sexualidad y fertilidad como el gobierno, las fuerzas del orden y las instituciones médicas y religiosas esperaban que lo hicieran”. Mientras que “muchas mujeres no sabían dónde obtener ayuda o se avergonzaban de pedirla”, en el Chicago de los años sesenta “se formó un colectivo clandestino de mujeres llamado Janes que ayudó a casi 12.000 mujeres y niñas a abortar de forma segura”.
El término “ayuda” a las mujeres que buscan abortar oculta lo que ocurre cuando se practica un aborto: 12.000 “abortos seguros” significan 12.000 muertes. 12.000 niños. Todo el lenguaje cinematográfico en esta película es manipulador; por ejemplo, cuando la protagonista Joy Griffin acude a la comisión de un hospital a solicitar el aborto, pues sufre una insuficiencia cardiaca, dicha comisión es retratada como un siniestro sanedrín de ancianos, que ni siquiera se dignan mirar a la mujer y solo hablan con el médico que la atiende, nunca con ella ni con su marido.
No es la única caricatura que ofrece la película: en una de las reuniones de las “Janes” se ve a una en avanzado estado de embarazo; el mensaje subliminal: ellas no están en contra del embarazo ni de los niños, sino “sólo” en contra de los embarazos no deseados. También está allí presente una monja católica que se ofrece voluntaria para animar a abortar a una mujer que, aunque lo desea, sufre “un sentimiento de culpa católico”. La película no admite ninguna discrepancia ni debate y para imponer su punto de vista como el único correcto no solo se recurre a imágenes, sino que también son importantes las omisiones: de “niños” se habla una única vez en toda la película; asimismo se evita hablar tanto de los efectos psicológicos negativos de un aborto como del sufrimiento de los niños asesinados en el vientre materno. Cine militante lo llaman…