Director: Chen Kaige. Guión: Chen Kaige y Xial Lu Xue. Intérpretes: Peiqi Liu, Yun Tang, Chen Kaige, Chen Hong, Ru-Yun tang. 116 min. Jóvenes.
Después del patinazo de Suavemente me mata (2002), Chen Kaige se desquitó con Together, premiada en el Festival de San Sebastián 2002 con las Conchas de Plata al mejor director y al mejor actor (Lui Pigi). En ella, el cineasta chino vuelve a la calidad de Adiós a mi concubina, Temptress Moon y El emperador y el asesino.
En esta ocasión, cuenta la historia de un joven de trece años, Xiaochun, huérfano de madre, que toca el violín desde que tuvo uso de razón. Su abnegado padre se esfuerza para que consiga ser un músico de prestigio. La ocasión parece haber llegado cuando marchan a la capital en busca de un profesor que le prepare para un gran certamen internacional. Pero Lili, una vecina con la que coincidirán por casualidad, empezará a ser objeto de los desvelos del joven Xiaochun.
Esta película, que sólo puede calificarse de deliciosa, es un canto a las relaciones familiares, que superan lo biológico para situarse al nivel de esta pregunta: ¿quién cuida de mí y a quién cuido yo? De este modo, un niño huérfano adquiere a lo largo del film una familia verdadera que le ama y hace crecer. La narración es muy original, con un montaje paralelo utilizado de una forma atípica pero eficaz y con un empleo magnífico de la música como sutura narrativa. La soledad, el perdón y los lazos personales son los temas que, envueltos en una prodigiosa puesta en escena, y en una fotografía maravillosa, nos trasladan al plano de la gratitud y profunda positividad. Al final, el protagonista se sitúa ante el mismo dilema del protagonista de En busca de Bobby Fisher: ¿qué es más importante: triunfar o tocar música para estar contento? Chen Kaige, uno de los maestros de la llamada Quinta Generación de cine chino, ha demostrado una vez más que de Oriente nos llegan los valores e historias que, lamentablemente, en Occidente necesitamos más que nunca.
Juan Orellana