Transformers: El despertar de las bestias comienza de cero otra vez. Una breve presentación informa de un supervillano devoramundos, de batallas en lejanas galaxias que hicieron emigrar a Optimus Prime y a los suyos a la Tierra y, esto es nuevo, también vinieron los últimos Maximals, después de que su planeta fuera destruido.
Entonces comienza nuestra historia, en Nueva York, en 1994. Los protagonistas, aquellos que colaborarán con los autobots para salvar el planeta son los Diaz, una familia de origen hispano, y Elena Wallace, una joven afroamericana. Toda una petición de principios.
La historia de acción sigue los inevitables senderos trazados de los transformers, pero el centro de interés son los humanos, en la línea de Bumblebee, casualmente la película más lograda de la saga. Algunos de los nuevos autobots resultan un encanto e interactúan de maravilla con los humanos. Optimus Prime, oportunamente, queda en segundo plano. Con mensajes buenistas y ecológicos que no son exagerados. Una lograda película familiar.