White Mike es un joven traficante que se dedica a conseguir drogas a otros jóvenes adinerados. Acaba de perder a su madre, han asesinado a su mejor amigo y está enamorado de una chica sensata que desconoce por completo su doble vida.
A la película, basada en la novela homónima de Nick McDonell, le falta originalidad y le sobran tópicos en su retrato de la falta de valores en los jóvenes americanos. La sensación es que todo -niños bien enganchados a las drogas, obsesionados por el sexo y que coquetean con la violencia- lo hemos visto antes y a veces mejor contado. Hay crítica pero tan envuelta de intelectualismo y moralina simple que cala poco.