En sus películas –desde Nadie sabe (2004) hasta Nuestra hermana pequeña (2015), pasando, por ejemplo, por De tal padre, tal hijo (2013)–, el director y guionista Hirokazu Koreeda presenta constelaciones de familias poco habituales, pero todas ellas –y esta es la marca de identidad del realizador japonés– caracterizadas por una profunda humanidad. Un asunto de familia también trata de una familia poco corriente, en el “semisótano” de la sociedad.
En algún lugar de Tokio, una familia intenta salir adelante con los mínimos ingresos que tanto el padre Osamu como su mujer Nobuyo obtienen con trabajos ocasionales, así como con la pensión de la abuela Hatsue. Como el dinero nunca llega a cubrir las necesidades, Osamu y su hijo Shota se han especializado en el hurto de alimentos en diversas tiendas. Después de una de sus correrías, descubren una noche a una niña pequeña, de aspecto abandonado, que soporta el frío invernal sola en un balcón. Llevan a la pequeña Yuri a su casa; cuando descubren que esta tiene huellas de quemaduras en los brazos, deciden quedarse con ella, en lugar de devolverla a su familia. Poco a poco, Yuri va recuperando su alegría natural en esa familia de acogida; pero pronto se aprecia también que esta guarda algún que otro secreto.
Aunque el espectador sea consciente de que se trata de una familia de tramposos y pequeños estafadores, Hirokazu Koreeda dibuja esos personajes tan llenos de humanidad y cordialidad, que acaba por tomar partido por ellos. En particular emociona el cuidado que dispensan a la pequeña Yuri –la única en la casa que no aporta ingresos a la caja familiar–. Esta recobra por fin la alegría; el director lo evidencia, por ejemplo, en la escena en que la niña ve por primera vez el mar.
Hirokazu Koreeda no quiere tanto proporcionar una alternativa a la “familia convencional” como hacer hincapié en la hipocresía de una sociedad deshumanizada: “En Japón –dice el propio realizador– son fuertemente criticados delitos como los fraudes de pensiones o los padres que incitan a sus hijos a robar en comercios. Por supuesto que esa crítica está justificada. Sin embargo, me pregunto por qué la gente se encoleriza tanto con estos delitos relativamente pequeños a pesar de que hay criminales que cometen actos mucho peores sin que les condenen por ello”.
Un asunto de familia obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes de este año y ha sido preseleccionada entre las nueve películas que optan al Oscar al mejor film en lengua no inglesa.