Hace dos años, el veterano cineasta francés Jean Becker encandiló a medio mundo con su deliciosa comedia La fortuna de vivir. Ahora retorna con Un crimen en el paraíso, hilarante comedieta disparatada, libremente basada en la película La poison, que el polifacético Sacha Guitry escribió y dirigió -«a la manera teatral»- en 1951.
El protagonista es Jojo, un rudo granjero francés que ya no soporta más a su insufrible esposa, pues la única dedicación de ésta es hacerle la vida imposible. Un día, Jojo concierta un cita con un abogado criminalista, famoso por su eficacia absolutoria, y le engaña para que le ayude a preparar el asesinato perfecto de su mujer. Pero, mientras tanto, la esposa también ha decidido pasar al ataque.
Encarnada por unos actores sensacionales y escrita según la mejor tradición de los enredos esperpénticos, la película combina hábilmente muchos lugares comunes, y resulta chispeante, muy divertida y ocurrente en sus críticas costumbristas. Además, su exagerado tono paródico y su cierta ternura suavizan una visión demoledora del matrimonio y un enfoque demencial del asesinato, casi como un acto cívico de solidaridad.
Jerónimo José Martín