Una pareja rota por una muerte repentina. Los recuerdos, el duelo, la nostalgia, el sin vivir porque se añora. Y ahora el otro vive mecánicamente, da sus clases de literatura sin alma, y el alcohol y la velada con los amigos no amortiguan la pena. Y entonces aparecen los fantasmas de aquellas vacaciones, de aquellas tardes compartiendo manta y lectura de poemas delante de la chimenea, y el fantasma del suicidio…
Suena un poco cursi y excesivamente lacrimógeno porque lo es. Por mucho que el guión esté basado en una novela de Christopher Isherwood, Un hombre soltero es un melodrama meloso que no llamaría la atención si no fuera por dos cosas: que es la primera película del diseñador Tom Ford y que la pareja rota por la muerte es homosexual.
E…
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