La madre de Ernesto es una mujer de carácter original y libre que ha transmitido a su prole su peculiar visión del mundo. Intuyendo próximo su final, pide a su hijo que cuando ella muera arroje su cuerpo al mar. La insólita petición y el amor a su madre hacen que Ernesto se vea en la necesidad de “robar” el cuerpo a la funeraria y emprender la fuga camino de Altea. Le acompaña en la peripecia su hija, una universitaria más sensata que su padre, pero que aprende muchas cosas durante el viaje.
Película un tanto buenista, muy en la línea de las temáticas de Achero Mañas, con un mensaje acerca de la autenticidad algo descafeinado. Se ve con facilidad y tiene algunos momentos logrados, pero no deja de ser un argumento ligero y simplista. Las interpretaciones de Alterio y de la joven Gala Amyach están bien, aunque quizá la más brillante y la que aporta mayor carga cómica es Magüi Mira que, por exigencias del guion, desaparece nada más comenzar la película.