Director y guionista: Tod Williams. Intérpretes: Jeff Bridges, Kim Basinger, Jon Foster, Mimi Rogers, Elle Fanning. 111 min. Desaconsejable.
«Una mujer difícil» fue la película que clausuró el último festival de San Sebastián. Se trata de una adaptación a cargo de Tod Williams de la enfermiza novela homónima de John Irving, autor también de «Las normas de la casa la sidra».
Marion es una mujer que quedó desquiciada cuando murió su hijo pequeño. Desde entonces lleva una vida mortecina, cada vez más lejos afectivamente de Ted, su marido. Cuando este, que es escritor, escoge a un imberbe alumno como pupilo, la infeliz Marion se entrega a las relaciones sexuales con el muchacho, hasta que son descubiertos por Ruth, la hija menor del matrimonio. A partir de ese momento, la decadencia de los personajes se acelera.
A lo escabroso y desagradable del tema se añade una puesta en escena muy literaria, muy académica, autocomplaciente y cargante. Ciertamente los protagonistas, Jeff Bridges, Kim Basinger y Jon Foster, hacen un gran trabajo interpretativo, y el equipo técnico consigue mucha calidad visual. Pero el guión, basado en un original ya defectuoso, gira sobre unas premisas antropológicas de diseño, poco realistas y muy parciales. La película se recrea con los procesos autodestructivos de sus personajes, con tanto esteticismo como superficialidad, y las numerosas escenas fuertes la hacen nada recomendable.
Juan Orellana