2008 no pasará a la historia como un buen año para el cine español. Más que faltar algunas películas de cierto nivel, no ha habido ninguna más allá del aprobado alto. Esa es la nota que merecen títulos como Una palabra tuya, Casual Day o Todos estamos invitados, ignorados por la Academia del Cine, que ha preferido fijarse en unas cuantas cintas amenazadas por la ruina económica, en un año muy flojo en lo que a calidad se refiere y pobre desde el punto de vista financiero.
Por tercer año consecutivo, en 2008 ha descendido el número de espectadores que fueron a ver películas españolas, algo más de 14 millones (un 9,1% menos que en 2007). Una tendencia que, la verdad sea dicha, comparte con el cine extranjero, que también vuelve a perder audiencia, aunque no tanta (-7,8%).
Así las cosas, Camino, con una situación económica delicada hasta la fecha (1,3 millones de euros en taquilla, insuficientes para cubrir los 7-8 millones de presupuesto, incluida la promoción), ha sido la elegida para recibir el generoso apoyo de la Academia (6 de 7 premios posibles, que incluyen los tres más importantes: película, director y guión original) y de la televisión estatal. TVE, encargada de organizar y emitir la gala, se volcó con la película, antes, durante y después de la ceremonia, quizás por su implicación económica en la película.
La gala sirvió para certificar, con sello de Fesser y matasellos de su mecenas, Jaime Roures -dueño de la productora Mediapro y del canal de TV La Sexta-, lo que ya se percibía al ver la película: el intenso desprecio hacia el que ose vivir el amor, la relación padres-hijos, el dolor, la enfermedad o la muerte de manera diversa a la que tienen los responsables de la cinta. Tras venderla inicialmente como retrato concienzudamente documentado de la vida y la muerte de Alexia González-Barros, mutaron la estrategia al intervenir la familia de la niña y al no obtener la cinta ningún premio en el Festival de San Sebastián, donde fue presentada.
Luego, la película pasó a ser, según el director, un homenaje a Alexia, al que se suman otras experiencias reunidas por él después de recabar “decenas de testimonios de gente atrapada que logró escapar”, siempre en el ejercicio de una “honesta búsqueda de la verdad”, en la que, sin embargo, no hubo tiempo de hablar con la familia.
Después, ante unos resultados de taquilla que no fueron los esperados y una crítica dividida que no termina de apreciar la calidad de la película, pasó a ser un grito de libertad creativa y testimonial frente a una perversa institución católica que ha tenido la desfachatez de no entrar en polémica con el director.
Por último, Camino, terminó siendo lo que fue desde el principio: sencillamente un ataque frontal contra el Opus Dei usando como ariete emocional la muerte de una niña de 14 años. La película pone en esto tanto empeño, que pierde el hilo argumental, con un metraje abrumador y unos cambios de tono -de lo cursi a lo terrorífico- que la convierten en un puzzle narrativamente inconexo.
Menos espectadores
Por lo demás, hubo alguna buena noticia en unos Goya de perfil bajo, como la del premio a una digna, amena y divertida película de solvente animación 3D, El lince perdido, que se acerca al millón de euros recaudados. El truco del manco, una cinta del novel Santiago Zannou, protagonizada por un músico con secuelas de una parálisis cerebral, ganó tres premios. La rumana 4 meses, 3 semanas, 2 días fue elegida mejor película europea. Los premios restantes se repartieron entre la inicialmente favorita, Los girasoles ciegos (guión adaptado), Los crímenes de Oxford (música, producción y montaje), Solo quiero caminar (fotografía), Che: el argentino (actor principal, Benicio del Toro, y dirección artística) y Vicky Cristina Barcelona (actriz secundaria, Penélope Cruz).
Los espectadores de películas españolas en 2008 se sitúan en 14,3 millones, casi un millón y medio menos que el año anterior. Los ingresos quedan en 81,6 millones de euros, cinco millones menos que en 2007.
Las cintas españolas (incluidas coproducciones con socios extranjeros) de 2008 con más éxito de taquilla fueron Los crímenes de Oxford (8,2 millones de euros), Mortadelo y Filemón (7,7 millones), Vicky Cristina Barcelona (7,4 millones), Che: el argentino (6,8 millones) y Astérix en los Juegos Olimpicos (5,9 millones).
Pero la película más vista en España fue Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, con 3,6 millones de espectadores y 20,8 millones de euros en taquilla, seguida de Hancock, con 2,8 y 16,3 millones, respectivamente. La primera cinta española en la clasificación general (Los crímenes de Oxford) ocupa el puesto número 15.