Vasil (Ivan Barnev) viene de Bulgaria y tiene un don especial para jugar al bridge y al ajedrez, pero vive en la calle. Alfredo (Karra Elejalde) es un arquitecto jubilado que decide acogerlo, ante la incomprensión del resto de la familia.
Avelina Prat debuta con esta dramedia que recuerda en el estilo a películas de público amplio como @buelos o Vivir dos veces. Historias de gente corriente que buscan remover y hacer reflexionar al espectador con un guion descomplicado y algunos toques de humor elegante. La intención es impecable, pero el resultado no está al nivel de las expectativas. El desarrollo de los personajes es bienintencionado, pero gris, y el metraje, a pesar de ser muy breve, no tiene la intensidad e ingenio que debería.
Lo mejor de la película es el casting. Los dos actores protagonistas ganaron la semana pasada el premio ex aequo a la mejor interpretación en el Festival de Cine de Valladolid y, entre las actrices, destaca la presencia de Alexandra Jiménez y Susi Sánchez.
