Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 96/14
El cineasta polaco Andrzej Wajda insiste en su mirada a Lech Wałęsa, pero ahora en primerísimo plano, tras sus tempranas cintas El hombre de mármol (1977) y El hombre de hierro (1981), que apuntaban en plena dictadura comunista al movimiento obrero de oposición al régimen y a las semillas de Solidaridad.
El film hace una semblanza del personaje estructurada alrededor de una entrevista en profundidad que se dispone a hacerle la periodista italiana Oriana Fallaci. Este inteligente artificio sirve para mostrar al líder desde la admiración, por sus logros en la consecución de la libertad para Polonia, soportando una implacable persecución, tocando también su honda fe católica y…
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