¿Qué pasaría si la música de los Beatles hubiera desaparecido de la memoria de la Humanidad y solo un mediocre músico conociera su existencia? Con esta sorprendente premisa construye Danny Boyle, con la ayuda de un guion de Richard Curtis, una encantadora feel-good movie que, sin ser redonda, tiene muchas papeletas para convertirse en la película del verano.
Para quienes consumimos cine a grandes dosis, encontrarse con un argumento novedoso es ocasión de fiesta. Yesterday, aunque sigue al pie de la letra la falsilla de la comedia romántica con sus encuentros y desencuentros entre la chica y el chico, parte de un hecho sorprendente muy bien hilado hasta un final verosímil. La película abre y cierra bien. Y no era fácil. Reconozco que me sorprendí varias veces en la película pensando cómo iba a salir el guionista del lío argumental en el que se había metido. Y sale bien. De paso, el disparatado argumento le da juego a Danny Boyle para construir algunos golpes muy divertidos (las hilarantes búsquedas en Google) y para acompañar la historia de amor –ésta muy clásica– de momentos musicales inspirados (y otros menos inspirados –porque Himmesh Patel no ha nacido para ser cantante–, pero los Beatles son los Beatles).
La película cuenta además con una pareja protagonista encantadora y convincente en su imposible romance y una reflexión interesante sobre las trampas de la fama y las inevitables elecciones vitales que conlleva.
A pesar del recurso a algunos elementos visuales potentes y algo estrambóticos –propios de la imaginería de Boyle–, es cierto que a la película le falta la fuerza que sí tienen otros títulos de su filmografía. Pero es un delito menor en una cinta que tiene historia, personajes, música y toneladas de buenos sentimientos. Para la cartelera del verano no se necesita nada más.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta