Director: Amos Gitai. Guión: Amos Gitai y Marie-Jose Sanselme. Intérpretes: Natalie Portman, Hana Laszlo, Hiam Abbass, Carmen Maura, Makram Khoury. 100 min. Adultos. (V)
Después de casi cuarenta películas -entre ficción y documentales-, el famoso director judío Amos Gitai vuelve una vez más a mirar la sangrante realidad de Oriente Medio, con unos ojos tan humanos como perplejos. El argumento es muy sencillo. Rebecca es una joven estadounidense que lleva unos cuantos meses viviendo en Jerusalén, y que acaba de romper con su novio judío, un militar represor de palestinos. Ella sube al taxi de Hanna, una mujer israelí que debe ir a la llamada Zona Franca de Jordania a recoger una importante cantidad de dinero que alguien le debe a su marido. Juntas hacen ese viaje de final inesperado.
Hana Laszlo y Natalie Portman protagonizan esta «road movie» sobre las fronteras y su significado en Oriente Medio. Amos Gitai reflexiona sobre el lado humano del conflicto israelí-palestino, observa de cerca las pequeñas cosas que constituyen el día a día de esos pueblos irremediablemente enfrentados. La película es un alarde de estilo cinematográfico, tan sugerente como arriesgado, con una narración precisa, sin concesiones de ningún tipo, sin desenlace prefabricado. Buena muestra de ello es el arranque, doce minutos de cámara fija que nos muestra un primer plano de Natalie Portman llorando amargamente, mientras una canción hebrea nos habla metafóricamente de una cadena de muertes que se pierde en la noche de los tiempos.
Planos larguísimos, «flashbacks» superpuestos encima de imágenes del presente, un ritmo sereno y unas interpretaciones formidables -Hana Laszlo ganó el Premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes 2005- son algunos de los ingredientes de esta película libre, sincera y humana, dirigida quizá a un público más exigente.
Juan Orellana