Paloma Blanc, madre de familia numerosa –tiene ocho hijos–, muy activa en las redes sociales, es una mujer implicada intensa y profesionalmente en la educación. Fruto de estas inquietudes, y con el bagaje de su experiencia en casa, ha escrito este libro para ayudar a mejorar la vida familiar. Su intención es compartir y extender la buena acogida que han tenido las ideas que ha ido publicando en su blog homónimo.
Comenzó a escribir sus comentarios cuando tenía solo un hijo, siendo consciente de que se encontraba desbordada y de que estaba cometiendo muchos errores; luego fueron llegando más niños. “Por el camino –escribe– he aprendido a organizarme mejor, a gestionar mejor mi casa y a educar mejor a mis hijos”. Su experiencia no ha sido un camino de rosas –como se refleja en el libro–, pero ha sabido enfrentarse a las adversidades y problemas con espíritu deportivo y de un modo ejemplar. Nadie empieza haciendo las cosas bien. En la educación, como en otras tantas cosas, hay que ir poco a poco, pero sobre todo hay que tener deseos de rectificar, aprender y mejorar, y esa es la actitud que transmite la autora en este libro coloquial, divertido y realista.
Como ella resalta, hay que aprender, primero, a gestionar el orden y la organización de la casa, claves para asentar el resto de los objetivos. Y es preciso también educar sin gritos y con sentido del humor, haciendo partícipes a los hijos de este recorrido que tiene como fin conseguir la armonía familiar y que todos saquen lo mejor de sí, huyendo de la mediocridad. Blanc se refiere también a temas actuales, como la relación de los niños con las nuevas tecnologías, que muchas familias no saben cómo abordar.
La autora es de Asturias. Y el título de libro se explica porque en la lluviosa Asturias todo el mundo tiene sus katiuskas, sus botas de agua, una imagen que, en su caso, con la llegada de nuevos hijos (la octava nació cuando el blog ya tenía título, y su par de botas no entró en la cuenta), fue sucesivamente ampliándose y ha quedado como una parábola de la vida familiar, donde cada uno es importante y todos son distintos.
Libro, pues, muy ameno que llama la atención por la implicación personal y el deseo de contagiar experiencias de una manera positiva, además de ser un elogio de la maternidad y la vida familiar.