Anagrama. Barcelona (1995). 236 págs. 1.800 ptas.
Disparatada crónica de los avatares de la familia Belitre, siempre referidos a los líos sexuales en los que se ven metidos los personajes. El libro está escrito con una acelerada técnica cinematográfica y las distintas tramas están bien engarzadas.
El estilo es ágil y visual. La idea del joven David Trueba (Madrid, 1969) era original: mostrar que, por encima de todo, pase lo que pase, el hogar siempre tiene abiertas sus puertas. Pero Trueba reduce ese «todo» a una desmelenada crónica sexual.
Javier Cercas Rueda