Javier Negrete (Madrid, 1964) es autor de literatura juvenil y, en los últimos años, de novelas de aventuras y fantasía, varias de ellas editadas en Minotauro. Además, como licenciado en Filología Clásica y profesor de griego, parece buen conocedor del mundo en que se ambienta esta novela.
La novela aborda de nuevo el personaje de Alejandro Magno, el poderoso rey macedonio. En esta ocasión se trata de una ucronía, recurso tan habitual en el género, es decir, “¿qué hubiese pasado si…?”. En este caso, qué hubiese pasado si las victoriosas falanges de Alejandro se hubiesen enfrentado a las poderosas legiones de Roma, por entonces una potencia en ascenso.
Con un estilo sencillo, que atrapa al lector deseoso de aventuras, Negrete plantea una idea que podría haber sido un interesante ejercicio. Sin embargo, la novela adolece de graves defectos. Por un lado, los personajes quedan desdibujados en una marea excesiva de páginas, lo que desemboca en una pobre (y algo tópica) caracterización. Por otro lado, como les ocurre a muchas novelas históricas, desprestigian injusta y frívolamente a sociedades y personajes históricos. Los griegos quedan reflejados como unos borrachos promiscuos y los romanos como unos bravucones codiciosos. Al menos Alejandro es respetado, pero en una breve aparición de Aristóteles, el filósofo y su sistema racional son presentados como fruto de los traumas más freudianos. El final es precipitado e inconcluso (se nos promete una segunda parte), lo que acentúa la sensación de que sobran muchas páginas y faltan unas pocas. Su idea de partida y la narración bélica son, posiblemente, lo mejor de la novela.