Álvaro del Portillo. Al servicio de la Iglesia es el título de la semblanza escrita por José Miguel Cejas, autor de libros de relatos y ensayos. Después de leerla, queda la impresión de que podría sustituirse el “la Iglesia” por muchos otros destinatarios: los pobres, la familia o los sacerdotes son algunos de ellos.
Como explica el mismo autor, este libro no pretende ser una biografía exhaustiva, sino más bien una colección de historias ilustrativas, que cubren todo el arco de la vida de Álvaro del Portillo, que fue prelado del Opus Dei. Por ejemplo, para ejemplificar su carácter amable y bondadoso, se cuentan varios sucedidos: como cuando, siendo Álvaro un estudiante de obras públicas, después de que su hermano pequeño le estropeara jugando un proyecto en el que llevaba tiempo trabajando, en vez de reñirle y abochornarle, le sentó en sus rodillas y le explicó pacientemente por qué no debía haberlo hecho.
Otro aspecto destacado en la biografía es la laboriosidad del nuevo beato. En palabras de un colaborador cercano “creaba a su alrededor una tensión sosegada; se avanzaba con ritmo y tranquilidad”. Esta diligencia era fruto de una madurez prematura: a los 26 compatibilizaba un trabajo con la carrera de ingeniería –que había postergado por necesidades familiares– y frecuentes viajes apostólicos por toda España. Tres años más tarde, a los 29, quien había escogido la rama científica para no tener que hablar en público se encontraba explicando qué era el Opus Dei al mismo Papa.
Otras anécdotas testimonian las hondas raíces de su entrega al prójimo: lo mismo aceptaba la invitación de un conserje para tomar café en su casa, que atendía cariñosamente los últimos deseos de un familiar, o promovía labores asistenciales en países de los cinco continentes. De lo pequeño a lo grande, y siempre “con los pies en la tierra”, ateniéndose a las necesidades concretas de cada uno, ya fuera acompañando a unos niños abandonados en una barriada madrileña, interesándose por las lagunas educativas de la clase media en el Congo, o explicando en palabras accesibles a un agricultor mexicano por qué había que luchar contra “el trago”.
Unas palabras del fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá, la persona que mejor le conoció, son quizá el resumen más exacto de la vida de Álvaro del Portillo: “y si me preguntáis: ¿ha sido heroico alguna vez?, os responderé: sí, muchas veces ha sido heroico, muchas; con un heroísmo que parece cosa ordinaria”.
El libro servirá para dar a conocer a un público amplio un santo atractivo y actual.