Este libro de Diana Preston revela los detalles y la génesis de uno de los momentos claves del siglo XX y, en general, de la historia. Trata de explicar cómo la culminación de la ciencia Física de vanguardia a comienzos del siglo XX condujo a la fabricación del arma más terrible que los hombres han producido. Un hecho que marca y sigue marcando la historia humana desde que se produjo.
Preston construye la obra como una especie de retablo. Cada tabla contiene escenas con personajes cuidadosamente definidos. Los que prepararon el camino hacia la bomba, quienes la hicieron, los que no la hicieron pero la habrían hecho, los que decidieron hacerla, los que la quisieron hacer y no pudieron, y los que la padecieron.
Los escenarios son fundamentalmente Francia, el Reino Unido, Dinamarca, Alemania, la Unión Soviética, los Estados Unidos y Japón. El importante papel desempeñado por un italiano, Enrico Fermi, se desarrolló casi íntegro en América. Más en particular, las escenas son laboratorios, aulas universitarias, despachos de políticos, domicilios de científicos, escenas de vida cotidiana japonesa, grandes fábricas y una ciudad entera creadas para la ocasión, bases militares y aviones.
Los retratos de los personajes están muy logrados, en la mejor tradición de la breve biografía británica. La historia intelectual y de la ciencia se entrelazan y se explican en un tono divulgativo, al alcance de cualquier público. Los protagonistas de la historia política son objeto del mismo tratamiento. A partir de ahí Preston despliega la historia de las decisiones morales y políticas que tejen un relato fluido, casi novelístico.
Quienes gustan de mirar al presente tomando a la historia como maestra encontrarán muchos motivos para reflexionar sobre las técnicas biológicas y el futuro, sobre los hombres de ciencia, su conciencia y la política. Asimismo, para los estudiosos de la investigación científica será también un regalo, lo mismo que para los interesados en los procesos de toma de decisiones o en planificación operativa. También el epílogo deparará sorpresas a los amantes de la historia.