El Guggenheim bilbaíno fue el detonante de la construcción de una larga serie de edificios icónicos y osados que hoy forman parte de nuestro paisaje cultural. El éxito del edificio de Frank Gehry consiguió atraer a Bilbao multitudes turísticas, estimular la economía local y dar notoriedad a la ciudad. Las autoridades políticas de diversas ciudades españolas quisieron un producto arquitectónico-estratégico similar, que lograra los mismos efectos en sus comunidades autónomas y, de paso, les catapultara a la historia.
Las conexiones entre políticos ambiciosos y arquitectos de gran notoriedad es la baza que juega este libro, escrito por Llàzer Moix, periodista cultural de La Vanguardia durante casi veinte años. La génesis y desarrollo arquite…
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