Inglaterra también tuvo su caso Dreyfus: George Edalji, un oscuro abogado de origen indio. Y así como a Dreyfus le defendió Zola, en defensa de Edalji salió otro escritor célebre, sir Arthur Conan Doyle. Dreyfus ha pasado a la historia como prototipo de inocente condenado por un tribunal injusto. No así George Edalji, olvidado a los pocos años.
Julian Barnes se ha propuesto rescatar esta complicada historia, relatando las vidas paralelas de George y Arthur hasta su encuentro en la causa común de la rehabilitación del inocente. George Edalji es acusado en los primeros años del pasado siglo del destripamiento continuado de ganado ajeno y de ser el autor de una grosera campaña de anónimos entre los vecinos del pueblo. Un tribunal demasiado crédulo ante las pruebas de un grafólogo chapucero y de una policía llena de prejuicios le condena a siete años de trabajos forzados. Al enterarse del caso, Conan Doyle decide doblarse en Sherlock Holmes e inicia una investigación privada que le hará descubrir pistas inéditas en el sumario. Al mismo tiempo, se sirve de todas sus influencias de escritor famoso para instar al Gobierno a revisar el caso y rehabilitar el honor perdido de uno de sus ciudadanos más fieles.
El contraste entre George y Arthur no puede ser más chirriante. George está arruinado, es asocial, solterón, soso y muy miope. Conan Doyle está en la cumbre de su fama, es millonario, vitalista y extravertido. Pero desde su primer encuentro, una corriente de simpatía arrastrará al escritor de novelas policíacas a involucrarse en cuerpo y alma en la redención del inocente.
Tras esta trama se esconden temas de mayor enjundia. Asistimos a los conflictos sentimentales de Conan Doyle, a su afición creciente por el espiritismo y por la superación del materialismo de la época. Se atisban también los restos soterrados de racismo de una sociedad que no termina de aceptar al extranjero, aunque se comporte como un perfecto británico. Y se denuncian las deficiencias de un sistema judicial en el que no existen aún los tribunales de apelación.
Barnes (Leicester, 1946), uno de los grandes de la actual literatura inglesa, autor entre otras de las novelas «El loro de Flaubert» e «Inglaterra, Inglaterra», ha escrito una excelente obra, que se cierra quizá con fuegos de artificio, pero que concluye con éxito su idea de conjuntar novela histórica, relato policíaco, introspección biográfica y análisis social.