Se reedita la conocida obra de Miguel Maura, monárquico en la primera etapa de su vida y convertido después en un cabecilla de la comitiva que tomó el Ministerio de la Gobernación tras las elecciones municipales de 1931, contribuyendo así a instaurar la II República española. La novedad de esta edición reside en la incorporación de algunos escritos de la época que todavía no habían visto la luz. En este sentido hay que destacar el subtítulo que se le añade ahora: De una Dictadura a otra; su intención es poner de manifiesto el ánimo que inspiró a Miguel Maura al redactar el original, y que no era otro que el de reivindicar su papel en el tránsito de la Dictadura de Primo de Rivera, y sus últimos coletazos, a la II República.
La cuidada edición realizada por su nieto, Joaquín Romero Maura, resalta, en una extensa introducción, los acontecimientos políticos desde principio de siglo; con detalle y elaboradas reflexiones presenta el contexto en el que surgió la figura de su abuelo: hombre entregado a la política por cuna -era hijo de Antonio Maura- y vocación. La relevancia política de Miguel Maura en aquellos agitados años queda de manifiesto si se tiene en cuenta que fue, junto con Alcalá Zamora, uno de los promotores del Pacto de San Sebastián. Pasó pronto de hombre de Alfonso XIII a republicano convencido y ministro. Para Maura, la monarquía se había suicidado y no había otra salida que sumarse a un movimiento que ya consideraba inevitable. De este modo creía posible mantener en vigor los principios conservadores y al mismo tiempo no abandonar toda la legitimidad republicana a la izquierda y los movimientos obreros. Pero pronto se desengañó. Su precipitada salida del gobierno se debió, como él mismo confiesa, a su oposición frontal a la política antirreligiosa, en la que vio, antes que ningún otro, la causa de una posible guerra civil.
La lectura de estas memorias es más recomendable que nunca para no dejarse abrumar por las numerosas interpretaciones que se hacen de aquellos días. Especial interés tienen sus artículos periodísticos, en los que vaticina el curso de los acontecimientos, y la correspondencia que mantuvo con José Antonio Primo de Rivera, ya en la prisión de Alicante.
