El Acantilado. Barcelona (2000). 457 págs. 3.900 ptas.
Leopold Mozart tuvo el propósito de escribir en su día una biografía de su hijo Wolfgang, tomando como base la profusa correspondencia mantenida entre padre e hijo. El testigo de este proyecto ha sido recogido por Pere Albert Balcells, músico, profesor de análisis musical y piano, y uno de los mejores especialistas actuales en Mozart, quien nos ofrece un retrato íntimo del compositor a través de su legado escrito extramusical: la edición alemana íntegra de su epistolario vertido por vez primera al castellano por el autor.
No se trata de una biografía, sino de un retrato de carácter a través de un análisis de la correspondencia sostenida por Mozart con sus padres, su mujer y parientes. Balcells esboza así las distintas facetas de la personalidad del músico: el bufón, el insumiso, el genio, el idealista, el orgulloso, el enamorado. Los extractos seleccionados de las cartas y las interpretaciones del autor configuran el armazón de este libro.
Norbert Elias, en su Mozart: sociología de un genio, aborda la dificultad de creación libre en una sociedad que impone sus propias normas estéticas. Es ahí donde se inscribe la doble rebelión del compositor de Salzburgo: frente a la autoridad paterna y frente a los condicionamientos que relegan al músico a ser un ciudadano de segunda clase. Otro rasgo sustancial de Mozart fue la inmensa necesidad afectiva, colmada con creces en la infancia, pero insatisfecha con el transcurso de los años. El autorretrato se completa con mapas de los viajes emprendidos por el músico y con una sucinta guía cronológico-biográfica, que recoge un compendio del catálogo de sus obras.
Haciendo alarde de un excelente brío narrativo, el autor nos aproxima al personaje y al trasfondo humano del que brotó su música. Balcells huye del cliché bufonesco y de las visiones distorsionadas de la imagen de Mozart, en quien se albergaban todos los extremos sin llegar a contradecirse. Este libro sorprendente y ameno, que nos acerca a la vertiente humana y artística del compositor, es fruto de un impecable trabajo de investigación en sintonía con el deseo mozartiano de «hasta que ya no quede nada por hacer».
Marta Onandía