A pesar de su brillante carrera como guionista y director, David Mamet (Casa de juegos, State and Main, La trama, El caso Winslow, Cinturón rojo) no es un hombre de Hollywood; es un buen dramaturgo que como tantos otros escritores, fue atraído por los oropeles de la Meca del cine y, como tantos otros antes que él, se desahogó escribiendo sus recuerdos de aquel lugar. Escritores en Hollywood, de Raymond Chandler, es la obra de referencia clásica, pero tiene más de cincuenta años. El libro de Mamet, viene a ser una edición corregida y aumentada de aquel genial texto.
A diferencia de Chandler, Mamet también ha ejercido de director y productor, y su experiencia en el mundo del cine supera el cuarto de siglo, es decir, puede criticar más y mejor; además, dice él mismo, ya es un hombre mayor y ha ganado el derecho a decir lo que quiere, eso es lo que hace.
El título -y la portada del libro-, han sido tomados de un cortometraje de animación, y es un aviso de lo que el lector va a encontrar: verdades como puños, metáforas, humor negro e ironía, en torno a lo que el subtítulo de la obra explica “finalidad, práctica y naturaleza de la industria del cine”. Deja claro desde el inicio que Hollywood no funciona bien, que hay una máquina monstruosa encargada de eliminar cualquier producto ingenioso, original, diferente. Así ocurre porque el sistema es enorme y piramidal, y en cada nivel hay una burocracia que no piensa en el cine ni en el cliente, sino en complacer al nivel superior.
Mamet ha disfrutado, y ha puesto toda su ironía al escribir este libro que es un manual para guionistas, una guía turística de Hollywood y un libro de memorias. El hilo conductor son sus recuerdos, docenas de divertidas anécdotas personales, que abordan, paso a paso, todos los aspectos de la industria del cine, desde la presencia judía hasta la crítica cinematográfica, pasando por el guión, la producción.
Un placer para el lector, en particular si éste aspira a escribir un guión, o si ama el cine.