Cuarta novela que se publica en España de Nickolas Butler (Pensilvania, 1979). Tras Canciones de amor a quemarropa, su obra más exitosa, aparecieron El corazón de los hombres, sobre las vinculaciones entre el pasado y el presente de un reducido grupo de personajes, y Algo en lo que creer, en la que el autor aplicaba una mirada crítica sobre la manera de actuar de algunas Iglesias protestantes en Estados Unidos. Buena suerte, al igual que Canciones de amor a quemarropa, se basa en la amistad y tiene como protagonistas a un grupo de obreros de Jackson, un pueblo de la montaña de Wyoming.
Tras años desempeñando ocupaciones muy variadas, Bart, Teddy y Cole han decidido crear su propia empresa, True Triangle, dedicada a reformas y chapuzas. La empresa no va mal, pero los trabajos son de escasa entidad. Un día, sin embargo, reciben un inesperado encargo que cambiará de manera radical sus vidas en los siguientes meses.
Por cuestiones que se aclararán a lo largo del relato, Gretchen, una abogada de éxito, multimillonaria, les propone que finalicen la casa de sus sueños que está a medio construir en medio de la naturaleza. La única condición que les pone es que debe estar completamente terminada el día de Navidad. Si lo consiguen, recibirán una prima millonaria que se sumará a los generosos honorarios acordados con Gretchen. Los tres amigos aceptan y comienza entonces una trepidante carrera de obstáculos para cumplir con su cometido.
La primera parte de la novela es la más interesante, pues en ella el autor retrata las vidas de estos tres obreros marcadas por fuertes lazos de amistad desde hace años, a pesar de sus diferencias. El único que lleva una vida estable es Teddy, casado y con tres hijas y perteneciente a la Iglesia mormona. Cole se encuentra en pleno proceso de separación y Bart lleva una vida caótica y nómada. Cada uno afronta de manera distinta la obsesiva dedicación a las obras en la casa de Gretchen. El tiempo pasa, el plazo se acerca a su fin y el resultado final no está nada claro.
Pero hay un momento en que la novela deja de ser costumbrista y social para convertirse en un thriller. Se amontonan muertes, accidentes, desapariciones, tráfico de drogas…, todo ello provocado por el desquiciado ritmo de trabajo y las extremas condiciones en que tienen que hacerlo. Las relaciones amistosas se transforman en tensas y violentas, y el devenir de la novela, en una decisión narrativa discutible, traslada su interés del destino final de las obras de la casa a una intriga viscosa relacionada con las rotas vidas de los protagonistas.