En 1995 Larry Page y Sergey Brin creaban Google, una herramienta que permitía buscar entre la creciente información disponible en Internet atendiendo a criterios de relevancia. Buscar, el último libro de John Battelle, no es una biografía corporativa al uso. Trata de explicar, según reza el subtítulo del libro, «cómo Google y sus rivales ha revolucionado los mercados y transformado nuestra cultura». El autor reconoce desde el principio que hablar de Google le sirve como excusa para recorrer la historia de las herramientas de búsqueda en Internet.
Se agradece que Battelle haga una descripción breve y sencilla sobre cómo funciona un buscador. Pero el libro tampoco pretende ser un manual sobre los complejos sistemas y ecuaciones matemáticas que usan los motores de búsqueda.
Desde una perspectiva cultural, el autor se adentra en qué dice de la sociedad contemporánea el hecho de que una casilla con un cursor parpadeante se presente como el nuevo oráculo de Delfos, al que acuden diariamente millones de personas para encontrar información sobre Paris Hilton o Britney Spears, para saber cómo se poda un bonsai, qué tipos de interés ofertan los bancos, o cómo perder peso en dos semanas.
La confianza depositada por los internautas en Google -91 millones de búsquedas diarias en Estados Unidos tienen lugar a través de su sitio web, lo que supone casi el 44% de las búsquedas- es indudable.
Y, sin embargo, cabe hacer dos reflexiones: la primera es lo que Battelle da en llamar la base de datos de nuestras intenciones. El rastro que cualquier acción de un usuario deja en la red, hace al buscador depositario de los desvelos, impulsos y demandas que cada día llevan a millones de usuarios a lanzarse a la red en busca de una respuesta.
La segunda reflexión está ligada con la anterior: la información es poder, y Google de momento lo ha convertido en negocio. Vende a las empresas publicidad para usuarios que solicitan determinadas palabras clave a las que ellas pueden responder con una oferta comercial.
Tras los atentados del 11-S, la información que posee Google deja de ser tan ingenua, y se contempla la posibilidad de analizar en qué medida algunos términos de búsqueda pueden estar relacionados con el terrorismo. También ha sorprendido a muchos que la empresa haya accedido a las demandas del gobierno de Pekín para filtrar el acceso a determinados contenidos a los usuarios chinos.
También su correo electrónico, gmail, le ha creado problemas con algunos movimientos de usuarios para quienes el sistema vulnera su privacidad al analizar el contenido de los mensajes para ofrecer contenidos comerciales específicos. Google se defiende diciendo que no engaña a nadie y que su servicio es gratuito para el que quiera aceptar sus condiciones.
Mientras tanto, el motor de búsqueda más popular de la red prosigue su imparable ascenso en el mundo de los negocios: su salida a Bolsa no ha podido tener mejores resultados; sus adquisiciones y movimientos estratégicos -la compra de Pyra Labs, el principal proveedor de blogs de la red, o la reciente compra de YouTube- tienen la capacidad de llamar la atención de los medios y al mismo tiempo lograr el apoyo de los usuarios.
John Battelle fue coeditor de la revista Wired, el evangelio de la cibercultura, y fundador de The Industry Standard, revista que dio cuenta de los meses de mayor excitación en torno a las nuevas tecnologías y una de las víctimas del pinchazo de la burbuja tecnológica. Su experiencia como impulsor de una iniciativa que acabó en fracaso nos asegura una visión alejada de un mundo en rosa.
Buscar es un libro imprescindible para aquellos interesados en la cultura interactiva y en conocer con detalle el contexto en el que se ha creado una de las empresas más exitosas de los últimos tiempos. También será útil para desarrollar un pensamiento crítico respecto a una tecnología -Internet- y una herramienta -Google- que se ha convertido en uno más de la familia.