José Jiménez Lozano (1930) ha cultivado asiduamente el género del diario desde que en 1986 apareció el primer volumen, Los tres cuadernos rojos; posteriormente, entre otros, ha publicado La luz de una candela (1997), Los cuadernos de letra pequeña (2003), Advenimientos (2007) y Los cuadernos de Rembrandt (2010). Esta nueva entrega de sus diarios abarca los años 2016 y 2017.
Sorprende la unidad que existe en toda la obra de Jiménez Lozano: el tono y el contenido de estos diarios no se aleja del de sus poemas, relatos y novelas. El autor abulense reflexiona en ellos constantemente sobre la vida, bien a partir de una lectura o a propósito de un programa de televisión o de una conversación con un amigo. No son diarios ni muy íntimos ni muy personales, aunque lógicamente en estos comentarios se desvelan muchas opiniones del autor que sirven para hacer un retrato de su alma y de sus inquietudes.
Jiménez Lozano evita hacer literatura con sus viajes y su vida. Por lo general, las observaciones sobre lugares que visita suelen ser muy breves, lo mismo que la mayoría de los comentarios sobre la naturaleza, un libro, un regalo, una conversación… Pone el acento, sobre todo, en las ideas. Y en esta vertiente son más apreciables las diferencias con otros escritores de diarios, pues Jiménez Lozano es un pensador profundo.
Además, está abierto a la trascendencia y suele incluir entradas que tienen que ver con cuestiones de actualidad relacionadas con la religión o reflexiones de fondo sobre el presente y el futuro del catolicismo. Al igual que en volúmenes anteriores de sus diarios, destaca citas o actitudes de determinados intelectuales o corrientes de pensamiento en las que se manifiesta la intención de arrinconar la cultura cristiana y el empeño, a veces patético y esperpéntico, por imponer otros paradigmas intelectuales y culturales.
Algunas observaciones tienen que ver con el pasado, en las que Jiménez Lozano critica los modelos totalitarios, hoy reconvertidos en otras posiciones. También es de agradecer su vasta cultura y sus referencias a libros y escritores que relee y que le siguen aportando luces para entender mejor el mundo. Como sintetiza el título, hay en estos diarios muchas cavilaciones, teñidas de una tenue melancolía con la que aborda un desorientado presente.