Bienvenido sea este trabajo de aclaración de conceptos en forma de explicaciones asequibles sobre las células madre y su potencialidad en medicina regenerativa, tema que está continuamente en los medios de información. Es difícil encontrar una exposición tan completa y objetiva en la que se aborden no solo los problemas técnicos sino también éticos que suscitan estas cuestiones.
César Nombela, catedrático de Microbiologia, ha sido presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Comité Nacional de Bioética.
El primer capítulo lo dedica a divulgar conocimientos básicos sobre qué es y cómo funciona una célula, la unidad funcional de los seres vivos. En los siguientes va tratando de los aspectos técnicos de las células madre, la clonación, las realidades y mitos de sus aplicaciones a la medicina regenerativa y, por último, sus implicaciones éticas y sociales. Además, al final incluye un resumen de conclusiones que describen y sintetizan de forma clara el contenido. Se consigue así una excelente divulgación con la utilización de gráficos, ilustraciones y dibujos.
Especialmente clarividentes son las descripciones de los resultados de las publicaciones seminales en la obtención de células madre humanas (1998), así como en la demostración de la multipotencialidad-pluripotencialidad que se está descubriendo en las células madre adultas (2002) y en la capacidad de desdiferenciación celular demostrada en mamíferos (oveja Dolly).
Todos estos temas fundamentan las esperanzas de la utilización de las células madre en medicina regenerativa. Pero hace falta una buena dosis de prudencia para no dejarse llevar por la presión mediática que se ha desplegado a favor de las células madre embrionarias, cuando las únicas realidades actuales son las aplicaciones conseguidas con algunas células madre adultas.
De la comparación de las células madre adultas y embrionarias se deduce que la frontera entre las potencialidades de unas y otras es cada vez más tenue. Las células madre adultas en comparación con las embrionarias parecen ser menos vigorosas en su crecimiento y quizá un poco más restringidas en cuanto a sus potencialidades. Pero es de notar que ambas características de las células madre adultas suponen más ventajas que inconvenientes para posibles aplicaciones en medicina regenerativa.
Muy posiblemente hay reservas de células madre en cada uno de los 250 tipos de tejidos adultos, según los últimos descubrimientos.
Por lo tanto, el control de la diferenciación de las células madre adultas que se están descubriendo, haría posible aplicaciones terapéuticas a cualquier tejido, al no estar sujetas a las restricciones de histocompatibilidad (se utilizarían a través de autotransplantes y de bancos de médula ósea o de cordones umbilicales), no presentar formación de tumores y no generar problemas éticos importantes.
Nombela advierte que cualquier aplicación a la medicina regenerativa de células madre de origen embrionario presenta dos problemas técnicos principales: la compatibilidad y la formación de tumores. Estos dos problemas persisten desde hace más de treinta años, cuando se describieron por primera vez en ratones. Además, su obtención para medicina regenerativa supondría la destrucción continua de cantidades ingentes de embriones humanos para generar bancos, lo que conlleva numerosos problemas éticos.
El autor concluye que no es admisible, por lo tanto, dar por hecho que los avances sobre medicina regenerativa se van a dar en las células madre embrionarias, cuando las aplicaciones de las adultas ya están en clínica. Tampoco es admisible considerar que el respeto debido a la vida humana embrionaria es una convicción religiosa privada, que no hay que tener en cuenta a la hora de legislar.
Julio Coll