Traductor, prologuista, impulsor de iniciativas culturales y periodísticas, y autor del volumen Pompa y circunstancia, dedicado a la cultura inglesa, Ignacio Peyró es también un consumado gourmet que ha escrito en diferentes medios sobre la cocina como metáfora de la vida. Comimos y bebimos está en sintonía con estos textos en los que, como escribe Peyró, “la cocina me interesa para hablar de la vida y de los afectos”.
En los artículos se combinan los recuerdos y las anécdotas personales con notas eruditas, festivas e históricas. El hilo conductor es la pasión por todo lo relacionado con la cocina, “una de las mejores maneras que los hombres hemos encontrado para cortejar la felicidad”. Al final, cabe de todo en un texto misceláneo donde se habla de platos exóticos y estupendos, restaurantes que han dejado huella en el autor, opiniones sobre la diferencia entre el vino blanco y el tinto, la cocina y la política, la relación de la gastronomía con los escritores, los peligros de la restauración romántica, o la relación entre la bebida y el periodismo (“El periodismo tal vez no dé mucho prestigio ni mucho dinero; a cambio, es cosa cierta que da muchas ganas de beber”).
El autor se inspira en autores que también han escrito mucho sobre la mesa y la cocina como Josep Pla, Julio Camba Néstor Luján, Juan Perucho… A la vez, rescata numerosas citas y comentarios de autores clásicos, algunas muy divertidas y otras muy oportunas.
Peyró emplea una brillante prosa y todo está traspasado por un sano e higiénico sentido del humor, con consideraciones ingeniosas sobre algunos fenómenos costumbristas, como la proliferación de marcas de gaseosa por toda la geografía española: “Esa modesta industria del refresco (…) era el mejor pretexto para una mezcla muy particular de orgullo fabril, casticismo y vanguardia”. Y hay observaciones muy originales, que dan el tono de lo que el lector se va a encontrar en estos textos: “Los ingleses, que han dedicado al punto de cocción del huevo la pasión minuciosa, casi teológica, que otros pueblos dedicamos a las guerras civiles”; “siempre he asociado la felicidad a los restaurantes italianos”; “el desayuno parece ser la parte de la cocina que los epicúreos les hemos dejado a los médicos”. Un texto que habla de la cocina con la mirada puesta en la vida.