“Hace unos años nuestra actitud cultural hacia la homosexualidad era de escándalo e incomprensión. Ahora tenemos aceptación con incomprensión”. Estas frases tomadas del libro Comprender y sanar la homosexualidad del psicólogo americano Richard Cohen definen el propósito del autor. Cohen enfoca la homosexualidad a la luz de la propia vivencia personal. Después de haber vivido varios años como homosexual activo, recondujo su sexualidad y llegó a asumir una conducta plenamente heterosexual.
Cohen, casado y con tres hijos, es licenciado en Psicología Terapéutica. Su libro, publicado en España en 2004, ha sido reeditado con ocasión del reciente boicoteo en una librería virtual española por parte del movimiento homosexual (ver artículo relacionado).
Cohen se enfrenta a una serie de mitos en torno a la homosexualidad. “Los homosexuales nacen así”, “Si eres gay siempre serás gay”, “Los homosexuales no pueden cambiar”, “El 10% de la población es homosexual”.
Cohen sitúa el origen de la homosexualidad en distintos factores complejos como problemas familiares, tendencias temperamentales o heridas sufridas en la infancia o la adolescencia
El cambio con respecto a la homosexualidad se originó en la década de los setenta. En 1973, la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) decidió retirar la homosexualidad del catálogo internacional de enfermedades psiquiátricas, el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), en medio de una gran controversia. Hasta ese momento, la homosexualidad había sido considerada como un trastorno psíquico. El Centro de Congresos de San Francisco, donde tuvo lugar la reunión de la APA, fue literalmente tomado por activistas de la comunidad gay que impidieron el curso normal de las sesiones. Psiquiatras de reconocido prestigio que se dedicaban al estudio y tratamiento de la homosexualidad vieron boicoteadas sus intervenciones. El cambio de criterio no estaba tan claro, y de hecho no obtuvo más que el 58% de los votos. Fue una decisión política tomada bajo presiones, no la conclusión de un análisis científico.
En los años siguientes, la homosexualidad fue retirada de la lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud. En 1986 se retiró también del DSM la paidofilia, es decir, la atracción sexual hacia los niños.
Todo esto ha conducido a que hoy en día se acepte por una gran parte de la población que la homosexualidad es un modo de ser natural, normal e innato.
Sin base neurológica o genética
Pero hay hombres y mujeres que querían dejar de ser homosexuales y han cambiado, para ser heterosexuales. Terapeutas que han afirmado obtener resultados satisfactorios con sus tratamientos son, entre otros: Bieber, Soccaridis, Nicolosi, Hatteter, Gershman, Hadden, Hamilton, Van der Aardweg, Barnhouse, Ellis, etc. La mayoría de estos autores han publicado sus trabajos antes de la exclusión de la homosexualidad del DSM.
El libro de Cohen incorpora datos actuales y la propia experiencia personal. Cohen revisa los estudios que configuran a la homosexualidad como una condición estrictamente genética: el de LeVay, el de Baylyie-Pillard, y el de Hamer; los tres han sido rechazados finalmente por la comunidad científica como faltos de rigor y poco concluyentes (ver Aceprensa, 5-05-1999, 30-03-1994, 13-03-1996). Actualmente, no hay datos para afirmar que la homosexualidad sea un trastorno orgánico, con base hormonal o neurológica.
Al final, el libro de Cohen aborda cómo superar el miedo y el odio a la homosexualidad mediante la compasión y la comprensión
Cohen, además, cita una serie de estudios que cuestionan que la conducta homosexual sea simplemente normal. Así, una investigación del instituto Kinsey acerca de varones homosexuales residentes en San Francisco indicaba que el 43% habían tenido relaciones homosexuales con 500 o más hombres; el 79% manifestó que más de la mitad de sus compañeros sexuales eran personas que no conocían previamente. Una encuesta de la Asociación Americana de Salud Pública reveló que el 78% de los homosexuales habían padecido una enfermedad de transmisión sexual. Un informe de la Asociación Nacional de Gays y Lesbianas afirmó que el alcoholismo y el abuso de drogas es tres veces mayor que entre los heterosexuales.
La terapia del cambio de orientación
Richard Cohen relata su historia y describe las causas profundas de la atracción hacia personas del mismo sexo. Entre ellas, Cohen analiza una serie de variables complejas, comenzando por la familiar, entendida como el conjunto de problemas que inciden en una familia, y que a menudo están sin resolver.
Otra variable que influye en el desarrollo de la conducta homosexual es el temperamento. Es real que en los varones homosexuales hay una mayor sensibilidad; el niño muy sensible reaccionará con más dolor y frustración ante los problemas que aparecen en la relación con los demás.
Cohen señala que entre las causas de la homosexualidad están las heridas recibidas en la infancia y la adolescencia, causadas por familiares o allegados del mismo o distinto sexo. Estas heridas inciden más en sujetos muy sensibles que, al llegar a la pubertad, pueden encontrarse con dificultades para asumir el propio rol sexual. También es posible que tiendan a compensar las carencias afectivas que han sufrido con apegamientos afectivos y sexuales hacia personas del mismo sexo.
Cuatro etapas
En la segunda parte del libro, el autor se centra en la terapia de reorientación sexual, dividida en cuatro etapas. En la primera, el individuo debe evitar la conducta homosexual, y para ello desligarse del ambiente gay. Insiste en la necesidad de desarrollar una serie de vínculos sanos y positivos, para lo que es imprescindible contar con un grupo de apoyo.
En la fase de arraigo, se debe comenzar con una terapia cognitiva, deshaciendo falsos reconocimientos y razonamientos equivocados. Aquí el sujeto debe mejorar su autoestima desarrollando habilidades, identificando sentimientos, pensamientos y necesidades.
Las dos últimas etapas se centran en la curación de las heridas psíquicas que causan la atracción hacia personas del mismo sexo, y además las dependencias afectivas que, en muchos casos, son más importantes que la propia tendencia homosexual. Toda la terapia de Cohen tiene una base profundamente espiritual. Cohen afirma el valor de la oración, contar con un Dios que es Padre y que ayuda al que de manera recta busca solucionar su problema.
Al final, el libro de Cohen aborda cómo superar el miedo y el odio a la homosexualidad mediante la compasión y la comprensión. Hay que deplorar que las personas homosexuales sean objeto de expresiones malintencionadas y de actuaciones agresivas. Sin embargo, tampoco se puede admitir que la más mínima crítica hacia la conducta homosexual, o el intento científico de profundizar en ella, sea calificado como homofobia. Hay que dar paso a una investigación verdaderamente libre de prejuicios, que contemple también el caso de las personas que viven la homosexualidad como un problema y desean cambiar.