Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 83/14
Para Pierangelo Sequeri, teólogo, obispo y miembro de la Comisión Teológica Internacional, lo preocupante no es la degradación antropológica que conlleva el modelo cultural posmoderno, sino la inercia generalizada con que el hombre de hoy la acepta. Ni adorador de Dionisos ni seguidor de Prometeo: a quien más se asemeja el hombre de hoy es a un Narciso indolente, satisfecho y embobado. Y el autor, precisamente, quiere remover su indiferencia, socavar su desencanto y curarle de esa enfermiza recaída en el paganismo.
De este modo, Contra los ídolos posmodernos –que es también un manifiesto: breve y directo– posee casi un efecto terapéutico: identifica los ídolos o los símbolo…
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