Creo, creemos es un ensayo teológico bien trabado con los aciertos de lo que podría haber sido un manual, y con las ausencias de didactismo o cierta rutina de lo previsto que puede tener este género. El ensayo es, además, completo en su temática, y lógico en su orden de exposición. Se ocupa de la fe en cuanto acto de fe, no como virtud ni en relación con la teología moral. Por eso analiza, después de aproximarse a la naturaleza de la fe, las tres propiedades fundamentales del acto de fe: teologal, antropológica y eclesial. Considera, en el inicio, qué significa creer y constrasta la fe humana con la religiosa y la teologal, que luego desarrolla. Utiliza para ello los textos fundamentales de carácter normativo e histórico sobre la teología del acto de fe: la Escritura, la Tradición, la historia de la Teología y la Filosofía, además del Magisterio de la Iglesia.. Al final, añade un capítulo sobre el acceso a la fe.
A medida que uno lee, se hace patente que el libro es equilibrado, directo, claro y, por si fuera poco, interpelante, pues, como dice su autor, “la explicitación del acto de fe nunca ha sido un acto sin consecuencias”.
Este ensayo resulta interesante tanto para un teólogo como para un cristiano que desea profundizar en su fe. Izquierdo, profesor de Teología y prolífico escritor, no deja a un lado la sensibilidad de nuestros días respecto a la fe, pero sin hacerla protagonista. De hecho, al comienzo del prólogo señala que, “nos guste o no, vivimos bajo el influjo de la opinión pública” y quiere tenerla en cuenta en el punto de partida de la fe y de la existencia cristiana.
César Izquierdo no ha añadido un libro más a su ya larga lista, sino que ha escrito un buen libro de teología con la tensión e interés de un ensayo bien escrito.