En los últimos años la Neurociencia es un tema habitual en los medios de comunicación. Resulta en parte lógico, puesto que las enfermedades mentales y neurodegenerativas son uno de los desafíos más importantes de la medicina actual. Pero las informaciones que nos llegan no se reducen a dar cuenta de sus investigaciones y sus logros, sino que con frecuencia presentan los nuevos pasos y avances como parte de una auténtica revolución en el conocimiento del hombre y como un medio definitivo para mejorarlo. Dicho con otras palabras, y tomando pie en los comentarios de algunos de sus cultivadores y divulgadores, la Neurociencia parece la nueva y definitiva versión de lo que los antiguos denominaban sabiduría: el conocimiento de sí y el logro de l…
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