Alfaguara. Madrid (2004). 240 págs. 19,95 €.
La narradora colombiana ya había publicado otras novelas en las que el ambiente coincide con lo que se llamó el «realismo mágico». Deudora de la imaginación y el verbo de García Márquez, tuvo éxito editorial con novelas anteriores, y cierta repercusión en España con La novia oscura, publicada por Anagrama hace unos años.
La novela denota una gran capacidad descriptiva, un manejo envidiable de los puntos de vista y las personas narrativas, y un conocimiento muy completo de la realidad social y política de Colombia. La historia se centra en una saga familiar, contada no de modo cronológico, sino mediante la dilucidación paulatina de tres momentos generacionales que confluyen al final y dotan de significado global a toda la obra. El personaje principal, Agustina, pierde el juicio en las primeras páginas de la narración. Su marido, Aguilar, trata de investigar las causas del estallido de la locura, lo que le lleva a enterarse de ciertos desórdenes familiares, que han podido derivar en la desintegración moral y psíquica de varios miembros de la saga. Algunos de los problemas que desencadenan la ruina de la familia tienen origen sexual, desórdenes que son aludidos con frecuencia en el texto pero que nunca son descritos con matices.
Además, la novela está salpicada de alusiones a la situación política y social de la Colombia contemporánea. Algunos miembros de la familia y sus amigos son colaboradores del omnipotente Pablo Escobar, que termina extorsionando a uno de ellos, ex amante de la protagonista. En ocasiones se alude a las actividades de los traficantes de droga, los guerrilleros del interior, los secuestradores, los distintos tipos de terroristas que asolan el país. El ambiente no llega a ser sórdido, pero sí altamente violento e inquietante. Sin embargo, la obra no defrauda ni provoca terror o desesperanza. Los personajes parecen haberse habituado al ambiente inhóspito, lleno de falsedades y peligros, que domina en Colombia. En definitiva, se trata de una obra de enormes logros literarios, que se lee con facilidad, pero que describe de un modo muy expreso las malicias, debilidades y bajezas del corazón humano.
Ángel Esteban