¿Existe cristianofobia en las instituciones públicas? ¿Es el cristianismo extraño a Europa? ¿Cuál es el papel de los laicos en la nueva evangelización? ¿La igualdad provoca discriminación? ¿Están los cristianos arrinconándose en guetos culturales?
Autores como el político Rocco Buttiglione, el académico Joseph Weiler, el cardenal Christoph Schonbörn o Jaime Mayor Oreja buscan resolver los interrogantes. ¿Democracia sin religión? pretende ser –en palabras de sus editores, el catedrático de Filosofía del Derecho Francisco J. Contreras y el fundador del Observatorio sobre la Intolerancia y Discriminación contra los cristianos en Europa, Martin Kugler– “una guía para los cristianos en el espacio público”.
Resulta complicado aglutinar a doce autores y alcanzar una respuesta coral sobre el papel del cristiano en las sociedades posmodernas. No obstante, a pesar de los diferentes puntos de vista, los argumentos fluyen ordenadamente, de artículo en artículo.
Entre esas ideas, destaca el concepto de libertad mayor propuesto por Rocco Buttiglione, en su artículo “Hacia una comprensión correcta de la libertad y la tolerancia”, frente a la libertad menor, entendida como “hacer lo que me apetece”. Y en este sentido, es también interesante la aportación del periodista Michael Prüller, que señala: “Muchos consideran ahora a la Iglesia como una institución invasora que, sin legitimidad, desea regular la vida privada de las personas que ni siquiera creen en Dios”.
El libro hace hincapié en los casos en los que los cristianos se ven perjudicados por sus creencias con capítulos como “Hostilidad anticristiana en España” o “Un Muro de Berlín ante el cristianismo”. Es cierto que la “dictadura del relativismo” no tolera los postulados cristianos en el campo de la bioética, modelo de familia o moral sexual, y se está produciendo una espiral del silencio sobre estos temas, pero quizás son excesivos los ejemplos descritos.
En el seno del libro surge un debate entre autores sobre si realmente existe la cristianofobia. Y en este sentido, Gudrun Kluger considera que “es primordial para los cristianos ser más auténticos y estar menos asustados, estar bien informados y manifestarse con argumentos inteligibles y razonables”.