Ponerse en la piel del otro es un requisito para poder comprenderle. Si deseamos entender la Rusia actual y su expansionismo, debemos retrotraernos a 1989, a la caída del Muro de Berlín y al momento de desintegración de un gigante con pies barro, en el que era más importante la ficción que la realidad.
“Las deficiencias del acuerdo internacional que puso fin a la Guerra Fría resultan ahora obvias” señala Kristina Spohr, quien precisa que el proceso finalizó en medio de conflictos enquistados, el anquilosamiento de las instituciones internacionales y el surgimiento de nuevos autoritarismos, entre otros factores. Según explica en este ensayo, imprescindible para hacerse cargo de la presente situación, la premura e ingenuidad diplomática condu…
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