Con motivo de la aprobación de la declaración conciliar Nostra aetate, sobre las relaciones de la Iglesia con otras religiones y, en concreto, con el judaísmo, Jean Daniélou, teólogo jesuita, y André Chouraqui, escritor judío, mantuvieron un diálogo para reflexionar sobre la relación entre judaísmo y cristianismo, ver los puntos de desacuerdo e intentar comprenderse mutuamente. Diálogo sobre los judíos recoge sus intervenciones; el texto se acompaña de una imprescindible introducción sobre la polémica histórica entre ambas religiones y de un apéndice que recoge documentos importantes de los últimos años.
En el diálogo, uno y otro son conscientes de que, con independencia de la historia, de las opiniones de los teólogos y del sentimiento popular, el antijudaísmo es una actitud anticristiana y, por ello, creen que desde el punto de vista doctrinal la declaración del Concilio no resulta novedosa. Pero sí que parecía necesario aclarar la situación, debido sobre todo a que a “nivel sociológico”, como indica Daniélou, muchos cristianos se han mostrado históricamente hostiles al judaísmo.
Sin embargo, el cristianismo resulta incomprensible sin la historia santa de Israel. No hay, pues, propiamente un diálogo “entre religiones” diferentes en este caso, ya que la Iglesia es depositaria de la Revelación que comenzó con Abraham. Pero también el judaísmo ha desarrollado una nueva forma de ver el mensaje cristiano y ha dejado de percibir el cristianismo como una extensión herética de su primigenia fe. La declaración Dabru emete, por ejemplo, realizada por diversos pensadores judíos en 2000, fue tajante al afirmar que el nazismo “no fue un fenómeno cristiano”.
El diálogo entre estos pensadores es sugerente y debería servir como modelo de un verdadero encuentro interreligioso, en el que la tolerancia no implicara renunciar a la verdad de cada uno de los interlocutores. Ahí radica el verdadero pluralismo. Daniélou y Chouraqui concluyen afirmando la necesidad de que los judíos y los cristianos estén unidos para recordar la importancia de Dios en un contexto desacralizado.