Samuel Pepys (Londres, 1633-1703) fue un importante funcionario británico que llegó a ser miembro del Parlamento y presidente de la Royal Society. A los 27 años comenzó a escribir un diario que mantuvo durante un decenio, pero que tuvo que abandonar por sus graves problemas de visión. Para ocultar su contenido, Pepys lo escribió en un sistema encriptado de tipografía. Por ello, permaneció inédito hasta 1825, cuando se consiguió transcribir.
Estos diarios son importantes para la historia de este género, aunque ni su estilo ni sus objetivos tienen nada que ver con los diarios que se escriben hoy día, mucho más literarios. Pepys los utiliza casi como un dietario: anota los sucesos nimios e importantes de su vida con una economía estilística casi telegráfica. Hay momentos que tienen especial interés histórico, como la aparición de la peste o el incendio de Londres. Sin embargo, Pepys brilla más en sus anotaciones personales, lo que da a estos diarios un tono de radical sinceridad. La sobriedad estilística indica también que Pepys no tiene mentalidad de escritor cuando redacta su diario.
La vida de Pepys es una buena ilustración de cómo era la Inglaterra del siglo XVII, al natural, sin aditamentos. Pepys no se propone como ejemplo de nada; al contrario, se trata de un ser frívolo, en ocasiones bastante orgulloso y superficial, a menudo débil e infiel.
Desde 1954 no se publicaban estos diarios en España. La edición de Renacimiento, que contiene una amplia selección del texto original, es cuidada y elegante; pero se echan en falta notas explicativas y una introducción que hubiese resaltado la importancia de estos diarios para la historia de la literatura inglesa y para la posterior evolución del género de los diarios, tan en boga hoy en día.
