Espasa Calpe. Madrid (2002). 239 págs. 17,90 €.
Novela centrada en la relación entre un escritor, que a falta de inspiración se ofrece a realizar biografías por encargo, y la mujer que se acerca a su taller literario para pedirle que escriba su vida. A partir de este hecho inicial, la acción transita entre lo real y lo imaginario, vivida por unos personajes que no comparten esta división del mundo.
Postmoderna y metaliteraria, la obra acusa una ambigüedad temática y un contenido endeble. Millás desarrolla un argumento esquizofrénico, a base de protagonistas que desdoblan o fragmentan su personalidad, empeñándose uno en ser tuerto aunque vea perfectamente y zurdo aunque tenga clara inclinación diestra, otro en ser hijo adoptado sin que haya motivos para creerlo, o viudo cuando de hecho nunca se ha casado. Todo esto conduce a una narración entre lúdica y extravagante, impregnada de un humor que al final puede cansar más que divertir. Minusvalías imaginarias, hijos inexistentes, prostitutas que no se acaba de saber si lo son y que más bien juegan un confuso papel materno, y escritores y periodistas que no escriben, forman un pintoresco y abigarrado conjunto novelístico.
En un ambiente donde lo predominante es la alienación mental, incluso la sexualidad cobra carácter enfermizo, con tintes freudianos, que se plasman en algunas escenas de voyeurismo y en el modo de subrayar las posibilidades que en este sentido, por vía auditiva, encierra el teléfono móvil. En cuanto a otros aspectos de fondo, lo que destaca es la ética indolora del todo vale.
Pilar de Cecilia