EIUNSA. Madrid (2004). 126 págs. 9 €.
El autor, con amplia experiencia en la docencia y en el asesoramiento familiar, es además padre de siete hijos. Este libro, dirigido a padres y educadores, no descubre horizontes inéditos, pero ofrece luces nuevas que permiten mejorar la tarea educativa del día a día.
Cuando la vida obliga a ir a un ritmo rápido, el capítulo «Serenidad» ofrece el contrapunto necesario para la tarea de educar: «La serenidad no pertenece a un determinado carácter. Requiere de lucha personal y se conquista con sucesivos vencimientos». Al hablar de autoridad, muestra un modo de ejercerla amable y firme, tan lejos del autoritarismo rígido como de la concesión fácil. El capítulo titulado «Intimidad» resulta especialmente delicado y clarificador.
Claridad, hondura, sencillez y concisión son las notas características de este libro. Cada párrafo contiene sabiduría práctica. Nos hace ver que educar bien no requiere necesariamente un doctorado en pedagogía, pero sí una lucha paciente con uno mismo para lograr un estilo atractivo que ejerza el liderazgo amable dentro de la familia. El libro es un canto al sentido común basado en una sólida antropología.
José Manuel Mañú