Las consideraciones acerca del amor y la familia son frecuentes en las intervenciones públicas de Benedicto XVI, y no es casual que en su primera encíclica subrayara que el amor es el mensaje central del cristianismo. Desde este punto de vista, la fe aparece no ya como el resultado de un razonamiento abstracto, sino como encuentro y relación personal. El amor se aprende es una antología de los textos pontificios que desentrañan las consecuencias que tiene todo ello para la vida del hombre.
La familia no es solo para Benedicto XVI una institución social buena. La relación conyugal que une a los esposos posee un sentido teológico y antropológico. No es de extrañar que el Papa haya hablado de una teología del cuerpo, escapando a los prejuicios…
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