Alfaguara. Madrid (2003). 360 págs. 17,50 €. Traducción: José Luis López Muñoz.
El nombre de Tracy Chevalier (Washington, 1962) va indudablemente asociado al de su novela La joven de la perla (ver servicio 69/01), que ha permanecido semana tras semana en las listas de los más vendidos. El azul de la Virgen es su primera novela, que escribió en 1997.
La autora construye la historia de sus antepasados narrando la experiencia de una familia de hugonotes forzados a emigrar de Francia en el siglo XVI. En la narración cobra especial relevancia la peripecia vital de la joven Isabelle du Moulin, que vive fascinada por el intenso color azul de la hornacina de la Virgen en la iglesia del pueblo. Un día, mientras la observa, el reflejo del sol le vuelve repentinamente el cabello rojo. Desde entonces, esos dos colores, el rojo de su pelo y el azul de la Virgen, marcarán su vida. Como marcarán también la vida de Ella Turner, que perteneciente a la misma familia que Isabelle du Moulin, llega cuatrocientos años más tarde al mismo pueblo. Guiada por unos extraños sueños de color azul que la atormentan, y con la ayuda del bibliotecario, buscará el rastro del pasado hasta desentrañar el secreto familiar que ha permanecido oculto durante siglos.
El azul de la Virgen es una novela que mantiene una estructura peculiar y sencilla, de modo que las historias de estas dos mujeres se van alternando en los capítulos que forman el libro, hasta confluir en un idéntico pasaje que recoge el desenlace final de la novela. Presente y pasado aparecen en una historia en la que también se recogen breves referencias eruditas relacionadas con la reforma protestante y la persecución de los hugonotes, seguidores de la predicación de Calvino. La novela se desarrolla con un ritmo lento, que se va acelerando conforme avanza la narración y crece el interés por descubrir el misterio que rodea a los antepasados de Ella Turner. Sin embargo, la proliferación de coincidencias hace que la trama pierda credibilidad y que finalmente se produzca un desenlace algo forzado y macabro que no acaba de resultar satisfactorio. Algunas escenas son algo burdas o excesivamente efectistas.
Begoña Lozano