El baile tras la tormenta es el título simbólico de veintitrés relatos biográficos sobre personas de las más variadas profesiones y condiciones sociales que defendieron su fe y sus creencias o las encontraron defendiendo la libertad. La defendieron del comunismo, pues todos ellos son lituanos, letones o estonios. Y un ruso.
José Miguel Cejas es conocido por sus biografías y aquí muestra su oficio para tratar los aspectos más crudos con suavidad y quitar toda amargura a unos relatos de disidentes, de personas oprimidas por el régimen comunista que sufrieron persecución, hambre y falta de libertad. El autor recogió estos testimonios de primera mano, y resultan apasionantes porque en ellos late la vida, el triunfo de la libertad y de la fe sobre su negación. Son tan variados como los habitantes de cualquier país: artistas, sacerdotes, escritores, políticos, profesores… Y varias generaciones de una familia aparecen sintetizadas en relatos entretenidos, llenos de vida y optimismo.
El sufrimiento se redime y la alegría se palpa: la cárcel, la pérdida del trabajo, interrogatorios, vigilancia y tortura aparecen junto con la fortaleza de la fe, la tenacidad, el orgullo por la familia. Y nada de esto se relata con acritud o amargura. Por eso los relatos son edificantes y cada uno es una aventura.
Aunque Cejas uniformiza en cierta medida los relatos con su estilo de redacción, lo insólito aparece en cada uno de ellos y nunca se parecen más que en su final feliz: poder vivir libremente la fe, la vocación recién descubierta o reencontrada.
Parte de la historia del siglo XX aparece en estos relatos. Los países bálticos, quizá más desconocidos para el lector español, toman el protagonismo. Los relatos merecen leerse porque son reales y muestran una fe viva y llena de vigor ante toda dificultad.