El autor, un periodista norteamericano que obtuvo un premio Pulitzer en el año 2000, fue quien dio forma literaria a Open, la autobiografía de André Agassi. Este libro es un relato autobiográfico que tiene muchos aciertos, aunque podría ser más corto.
La narración empieza en 1972, cuando el pequeño JR (sic) tiene siete años. Vive con su madre y sus tíos, en casa de sus abuelos, en Manhasset (Nueva York). Su padre es un conocido locutor musical de radio a quien nunca vio pero cuya voz aprende a buscar y reconocer en los aparatos de radio. Su madre es todo un personaje, una mujer con la que JR se siente siempre en deuda, uno de cuyos rasgos es el de una gran capacidad de fabulación: no mentía, dice, lo que “hacía, simplemente, era bajarle el volumen a la verdad”.
Su tío Charlie trabaja en un bar que, al principio, se llama Dickens y luego Publicans. Siendo niño, JR conoce también a otros empleados del bar. Pasa un tiempo en Arizona pero todos los veranos vuelve a su barrio neoyorquino. Más adelante acaba yendo a Yale y se licencia allí, pero el bar sigue siendo su referencia. Luego trabaja como asistente, o “chico de las fotocopias”, en The New York Times. Acaba su relato cuando, después de un año, deja ese empleo para irse a trabajar a otro lugar. Y, en el último capítulo, habla del atentado contra las Torres Gemelas y da un repaso a las vidas de los personajes de su historia.
El lector asiste a los sucesivos descubrimientos de la vida del narrador, a sus éxitos y a sus decepciones. Lo mejor son las descripciones de los personajes que poblaban el bar. Sin duda, el autor oculta o suaviza, e incluso idealiza, lo peor de aquellas situaciones –abunda la bebida, no faltan algunas peleas, también hay algo de sexo aunque, sorprendentemente, nada de drogas–, pero logra capturar el encanto de muchos momentos memorables. Como El gran Gatsby –novela ambientada en la misma zona de Nueva York–, el narrador también siente como inalcanzable llegar a “entrar ahí dentro”, en las grandes mansiones de la alta sociedad. Sin embargo, su relación con una guapa y promiscua chica de clase adinerada, durante su estancia en Yale, le hace refugiarse más aún en sus compañías del bar.