El Acantilado. Barcelona (2003). 59 págs. 6 €.. Traducción: Isabel García Adánez.
Este breve relato, escrito en 1935, presenta la figura del conde Franz Xaver Morstin, en un rincón de la antigua Galitzia, anexionado a Polonia después de la Gran Guerra, que se resiste a aceptar ese cambio. Su actitud idealista se manifiesta en el busto del viejo emperador Francisco José, que mantiene en la entrada de su casa hasta que las nuevas autoridades le obligan a retirarlo. Aun entonces hará una nueva pirueta para permanecer fiel a sus principios.
Roth trata a su personaje un tanto estrafalario con ternura e ironía, pero a través de su conducta y de sus opiniones ofrece su punto de vista, lleno de lucidez, sobre los nacionalismos y sus consecuencias. En ese sentido, el relato, que literariamente es excelente, no ha perdido vigencia en sus planteamientos de fondo y es una inteligente crítica a las actitudes nacionalistas radicales. Roth, como el viejo conde, apreciaba la variedad, la riqueza cultural y pensaba que la monarquía austro-húngara había conseguido precisamente que nadie se sintiera excluido.
Luis Ramoneda