En esta novela -con un buen marco histórico- se exponen las aventuras de Don Luis María Monroy de Villalobos, caballero de Alcántara, que fue enviado por el rey Felipe II a Estambul, en absoluto secreto, para espiar en la corte del Gran Turco, tres años antes de la victoria cristiana en Lepanto. El autor fecha la narración en el año 1574, creando así un documento con la perspectiva adecuada. Conviene recordar que, en los años anteriores a la fecha, el poderío turco iba en aumento y enfrentaba constantemente cristianos y musulmanes en el Mediterráneo, a la vez que en distintos lugares de Europa se añadían los conflictos entre protestantes y católicos.
Monroy cuenta su situación de cautivo en Estambul, sus penalidades, éxitos, liberación y huída. Se mantuvo fiel al Rey Católico, poniéndose en todo momento a su disposición. De vuelta ya, en tierras extremeñas, en Jerez de los Caballeros, a través de su estancia en la casa paterna -donde manda ahora un hermano suyo-, muestra la vida de las gentes en la España del siglo XVI, e introduce a los lectores en el espíritu y práctica cristianas, con claridad y firmeza. Estas cualidades se mantienen a lo largo de toda la narración, lo cual es útil para dejar bien definido -también con los matices adecuados- el conjunto religioso-social de esta época. Esta sinceridad de exposición es una de las cualidades del libro.
Jesús Sánchez Adalid (1962) es un experimentado autor de novelas históricas, entre las que destacan La luz del Oriente y El mozárabe. En 2007 obtuvo el premio Fernando Lara por El alma de la ciudad.
