Recordar la grandeza espiritual del celibato y su justificación teológica e histórica no está de más justo ahora, cuando las últimas noticias sobre abusos sexuales han dado a pie a poner en cuestión uno de los carismas del sacerdocio (ver Aceprensa, 10-03-2010). Este “don con el que el Señor ha bendecido a su Iglesia” no se entiende a partir de una concepción de la sexualidad restringida y, sobre todo, desespiritualizada. Y, como recalcan estas páginas, es inevitable reducir el celibato de carisma a exigencia eclesiástica cuando falta perspectiva sobrenatural.
Pero la verdad del celibato es mucho más profunda. En este volumen se ofrece una explicación amplia de lo que ha sido considerado por el magisterio católico como uno de los más grande…
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