Edhasa. Barcelona (2003). 504 págs. 25 €. Traducción: Gemma Rovira.
El autor, de origen indio, publica su primera novela con el favor entusiasta de escritores como Claudio Magris, quien ha elogiado la calidad lírica de una obra que es novela psicológica de misterio, ensayo sobre el arte y poema en prosa. La ambición de Roy-Bhattacharya brilla especialmente en el esmero barroco con que trata las palabras, y sin duda logra una prosa de gran belleza plástica. Acaso su lenguaje y su sugestiva capacidad para indagar en la peculiar psicología creativa del grupo de artistas que protagonizan la historia son las notas más sobresalientes de esta obra. En cambio, se resiente de la lentitud y la inconsistencia argumental que siempre amenazan a este tipo novelas cuando abogan por la rica profundidad del tono poético-ensayístico a costa de olvidar un ritmo que las historias necesitan.
En una etapa de recrudecimiento de la represión política comunista en la Europa del Este, un grupo de disidentes de Budapest manifiesta su oposición al sistema creando el club Gabriel. Su propósito es combatir el orden establecido mediante la creatividad y el arte, lo que no tarda en convertirlos en objetivo de la policía. La repentina desaparición de quien lo fundara provocará la disolución definitiva del grupo, y dejará muchas preguntas sin respuesta.
La novela las responde por medio de una narración retrospectiva; primero a través del diario de una de las integrantes del club, y después por los sucesos ocurridos a los miembros años más tarde de su disolución, pero siempre por medio de referencias. Esos sucesos son historias de censuras, de desafíos artísticos, de amores sin salida (incluyendo una relación lésbica y otra incestuosa entre integrantes del club), de suicidio y absurdo. Se trata de una investigación sobre la memoria y la identidad personal, cuya confusa moralidad está lastrada por un error muy usual entre algunos artistas: no reconocer la necesidad de la renuncia inteligente, frente al pueril vitalismo desenfrenado. Por eso la investigación acaba por ofrecer una imagen bastante desesperanzada del ser humano y del pasado común.
Jorge Bustos Táuler